¿Recuerdan esos niños que, sin importar cuánta práctica tuvieron  en primaria, no podían comprender el concepto de "pintar dentro de las  líneas"?
Esos niños crecieron y se convirtieron  en conductores pendejos que simplemente no pueden detenerse detrás de  la línea peatonal. 
Si la luz está en rojo o si hay un letrero de PARE, y  yo, el pobre peatón, quiero cruzar, el conductor debería detenerse  detrás de las líneas designadas específicamente para que aquellos que  vamos a pie crucemos con seguridad la calle. 
Supuestamente, los pasos cebra existen como agentes  para "calmar el tráfico". Pero esos que no pueden quedarse dentro de las  líneas no están calmados: levantan las manos, insultan, culpan al  Toyota, miran enojados al vehículo que se acerca atrás y piensan que ese tipo  es un pendejo porque no deja espacio para meter reversa, borrar el  error y corregirse.

No hay comentarios:
Publicar un comentario