miércoles, 21 de abril de 2010

Detesto los conductores que cruzan el paso cebra.

¿Recuerdan esos niños que, sin importar cuánta práctica tuvieron en primaria, no podían comprender el concepto de "pintar dentro de las líneas"?

Esos niños crecieron y se convirtieron en conductores pendejos que simplemente no pueden detenerse detrás de la línea peatonal. 

Si la luz está en rojo o si hay un letrero de PARE, y yo, el pobre peatón, quiero cruzar, el conductor debería detenerse detrás de las líneas designadas específicamente para que aquellos que vamos a pie crucemos con seguridad la calle. 

Supuestamente, los pasos cebra existen como agentes para "calmar el tráfico". Pero esos que no pueden quedarse dentro de las líneas no están calmados: levantan las manos, insultan, culpan al Toyota, miran enojados al vehículo que se acerca atrás y piensan que ese tipo es un pendejo porque no deja espacio para meter reversa, borrar el error y corregirse.
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario